Un clavo saca a otro clavo. Al menos eso es lo que siempre me han dicho. Han pasado varios días –semanas, podría ser, aunque ando desorientada por el paso, agresivo e imposible de frenar, de una vida que gira y que da vueltas y no se para –desde que escribí aquella palabra maldita, FIN, sobre … Sigue leyendo Lo que viene después.
Categoría: La espuma del café.
mamá.
Serán, probablemente tus manos, lo que recuerde cuando sea vieja y las mías me sorprendan, esclerosadas y manchadas del paso de los años, moviéndose, haciendo cosas que tú me enseñaste, ante mis ojos también ancianos. Serán probablemente tus manos, que han cuidado de mí, que han luchado con rabia, que tanto me han dado. Serán … Sigue leyendo mamá.
¿Dónde vamos cuando leemos?
En aquella buhardilla sucedía la magia. Flotaban los versos en un aire rosado y el olor a café la congelaba en una eterna mañana de domingo. Llegar hasta allí era fácil; uno sólo tenía que abrir las páginas del libro que estaría siempre, como por arte de guión, allí donde existiera alguien que pudiera necesitarlo. … Sigue leyendo ¿Dónde vamos cuando leemos?
No la veis
La vi pasar de largo y enseguida lo supe: detrás, muy por detrás de aquella sonrisa y las ojeras mal disimuladas, habitaba una sombra. Melancolía inventada de sueños por cumplir. La vi pasar tan bella, todo fachada y recubierta del diseño de un tercero, convencionalismo asumido y maneras de señorita instruida. La vi pasar y … Sigue leyendo No la veis
Mesa-Peonza
Una conversación fluye entre nuestros cuerpos. Tus palabras me despiertan el alma. Yo la siento latir de un modo que qué modo. Y qué manera de mirarme, la tuya. Mi corazón desbocado quiere tragarse tus ojos. Una conversación fluye y a mí me tiemblan las rodillas. Me empapas el pelo de la pasión que sientes. … Sigue leyendo Mesa-Peonza
Atrás la infancia…
Luz templada de la infancia, ¡tráemela de vuelta! Aguas inquietas que bajo un puente huís y sobrevivís al tiempo y a cada segundo cambiáis pero sois siempre las mismas, arrastradla hasta mí de nuevo, que pueda sentirla otra vez, traédmela de vuelta... Pequeña que fuiste y que parecías no tener fin, río que no vio … Sigue leyendo Atrás la infancia…
Guardia.
Lluvia. Brijindar malacitano que lo vuelve todo pegajoso y desacostumbrado. Galerna inclemente. Borrasca que con imprudencia acomete contra mi sueño y la poca templanza de la que puedo hacer gala a estas alturas –la hora veintiséis, exactamente, de trabajo y de sentidos que no se apagan. Que no se apagan –. Yo, en cambio, me … Sigue leyendo Guardia.
El trance.
Nubes, amenaza de lluvia, la espuma sobre sobre los poros –a través de los poros, penetrándolos como lo haría la virulencia de la melancolía –y la voz de Andrea Bocelli, que resbala impúdica por los azulejos de este baño que hoy me conoce mejor que yo misma. Es tarde de lunes y pugna la rutina … Sigue leyendo El trance.
Rayuela.
Se abrió entre mis cejas, en el diminuto triángulo equilátero que existe entre mis cejas, allí donde guardo los sueños y nace el agujero negro de mis pensamientos, una puerta de dimensiones indescriptibles y formas imposibles de imaginar. Se abrió una puerta entre mis cejas y tuve miedo de que por ella se escaparan las … Sigue leyendo Rayuela.
Caperucita.
Brilla el sol,. Esta mañana se alza bien alto y las copas de los árboles le bailan a una brisa que juega a ser primavera. Caperucita se contonea. Se recrea en el ir y venir de sus caderas y se siente espléndida y empapada de la mirada de aquel lobo con el que se ha … Sigue leyendo Caperucita.